Cambiando para cambiar

Cambiando para cambiar

Seguramente lo que te ha traído hasta aquí, no te va a llevar hasta allí. ¿Te suena la frase? El mundo ha cambiado y ya nadie lo cuestiona. Claro que el mundo lleva cambiando desde siempre sin embargo la velocidad de cambio, ahora da vértigo.

Últimamente suelo empezar mis formaciones y conferencias con un video que refleja muy acertadamente la situación actual y que puedes ver aquí. Compañías como SpotifyNetflixBookingAirbnb o Tesla entre muchas otras, están revolucionando el mundo de los negocios. Hoy, dos chavales en Albacete, no hace falta que nos vayamos a Silicon Valley, se van a cargar tu modelo de negocio en cuanto menos te lo esperes.

“¿Cuánto tiempo va a durar tu empleo, tu empresa, en su forma actual?” “¿Quieres seguir viviendo como vivías hace 10 años?”.

Toca reinventarse. Y eso pasa por cuestionarlo todo.

Richard Douglas Fosbury, conocido como Dick Fosbury, exatleta estadounidense especialista en salto de altura, campeón en los Juegos Olímpicos de México 1968, se hizo famoso por utilizar una nueva técnica para saltar que le permitió ganar la medalla de oro, estableciendo un récord olímpico con 2.24 m y la mejor marca mundial del año. En 1984 declaró que «la popularidad actual de mi estilo es un premio maravilloso a cuanto tuve que aguantar al principio con un estilo que no gustaba a nadie. El salto de espaldas ya lo practicaba en el Instituto y todos se reían de mí, considerándome un chiflado y algunos como un “snob” por salirme de las normas conocidas. Hasta que gané en México 1968 pasando a la categoría de héroe». Fosbury se permitió cuestionar una manera de hacer las cosas. Al principio todos se burlaban de él, suele pasar cuando te atreves a hacer cosas distintas.

¿Te parece interesante lo que te estoy contando? Sigue leyendo, te contaré algunas claves.

No es lo que dices, es lo que haces.

La cultura no son tus valores, expresados “musicalmente” en tu web, son tus comportamientos, así que, a partir de ahora, pon COHERENCIA en el camino. Recuerda, que “tu cultura se merienda a tu estrategia todos los días”. Eso no quiere decir que no tengas que poner el foco en la brújula para llegar lejos, pero también aligerar la mochila.

“Si quieres ir más rápido, camina solo, si quieres llegar lejos ve acompañado”.  Proverbio chino o africano, según la página de internet en la que la encuentres, pero sin duda, muy acertado. En el proceso de cambio, vas a necesitar equipo. Y sí, ten presente a tu equipo de toda la vida, aquel que te ha estado acompañando en lo bueno y en lo malo, en la salud y en la enfermedad. Muchos consultores te aconsejarán fichar “talento joven” y sin duda es una buena opción, pero en sintonía y convivencia con “tu gente”.

Algunos se caerán en el cambio, pero si haces las cosas bien y tienes en cuenta a las personas en el proceso, vas a encontrar muchas más sumas que restas. Y la pregunta del millón es ¿y qué hago con los que no quieren cambiar?

¿Estás seguro de que no quieren? La mayoría de las veces, solo hay que tocar determinados resortes y escuchar. Recuerda que las personas nos movemos por emociones y tenemos sentimientos.

Hemos avanzado. Ya te has cuestionado la cultura, tienes a la personas adecuadas y motivadas y… ¿ahora qué? ¿cómo sigo?

No vamos a entrar en la parte de reenfoque de tu modelo de negocio, ni de pivotar, eso daría para otro artículo, te hablo de procesos. En cualquier cambio, es necesario revisar procesos. Reinventarse pasa por cambiar la manera en la que hago las cosas. En las empresas me encanta preguntar a la gente porque hacen determinadas cosas y sigo alucinando cuando me responden. “No sé… siempre se ha hecho así”. Te recuerdo a Fosbury “si sigues haciendo lo que estás haciendo, seguirás consiguiendo lo que estás consiguiendo” ¿Quieres saltar más alto? Cuestiona cómo haces las cosas, pregúntate en cada cosa que hagas si aporta valor a tu cliente, tanto al externo como al interno y sino atrévete a cambiarlo.

En todo este proceso vas a encontrar muchos aliados, y sin duda uno de ellos es la tecnología. Bien aprovechada, te va a permitir avances que ni habías soñado, así que invierte en ella.

¿Recuerdas cuando aún enviabas faxes y te contaron eso del email?

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